miércoles, 16 de mayo de 2007

ENTREVISTA A DAVID FERNÁNDEZ , periodista, miembro de l’Ateneu La Torna y defensor del movimiento okupa. Barcelona.


“El okupa de verdad se preocupa por su barrio y por la gente”

El movimiento okupa es un movimiento social que se dedica a dar vida a casas deshabitadas. Sustituyen las telarañas del tiempo por colores vivos, las habitaciones vacías en talleres para jóvenes, las malas hierbas en césped que invita a dormir a la intemperie...
David Fernández es un joven emprendedor, autor del libro “Cròniques del 6 i altres retalls de la claveguera policial” donde cuenta la historia del grupo del 6 de la Policía Nacional, que tiene como misión suprimir el anticapitalismo y acabar con cualquier movimiento social.

-Si generalizamos, la imagen que tiene la gente de los okupas es la de los tirados que se drogan, o los que beben, mean y gritan por la calle…

-Soy consciente de que por culpa de algunos “falsos okupas” el movimiento social que desempeñamos coja mala fama y se nos pongan trabas para llevar a cabo nuestros objetivos. Contrariamente a lo que piensa la gran mayoría el movimiento okupa no se monta de cualquier manera, hay una organización elaborada y estructurada, todo está montado a partir de gabinetes. Además el okupa no es aquel que mea en la calle o el que bebe y chilla por la noche. El okupa de verdad se preocupa por su barrio y por la gente.

-¿Cree qué hay alguna relación entre la idea errónea que se tiene de los okupas y los déficit sociales?

-Hay que saber diferenciar entre el incivismo y el malestar social. Por culpa de cuatro gamberros incívicos aumenta el malestar social. Un ejemplo; la solución para que esta gente deje de ensuciar la ciudad no es doblar el número de camiones de la basura, lo que supondría una subida de los impuestos y pagarían justos por pecadores, sino enseñar a base de disciplina, ya sea multas o arrestos, que eso no debe hacerse. Lo peor de todo es que nos adjudiquen a nosotros estos incivismos. Lo que nosotros hacemos es todo lo contrario. Mimamos la ciudad.

-En otros países, como Holanda o Berlín, el movimiento okupa está aceptado, incluso se considera positivo. ¿Por qué cree que aquí no pasa esto?

-Es una utopía. Siempre es lo mismo, tenemos mala fama y es difícil cambiar eso. Tanto los políticos, como la policía y la mayoría de la gente nos toman como gente aprovechada que sólo okupa casas para el mal uso propio. No se preocupan de ver lo que realmente hacemos; centros sociales en diferentes barrios, como “La kasa de la muntanya” en Gràcia… les va mejor hablar de nosotros como: “Los yonkies okupas abandonan gracias a las fuerzas de seguridad…”

-¿Cuál es el objetivo de los okupas?

-Ir en contra de la especulación, contra la falta de espacio, contra las desigualdades sociales, es un movimiento social no político. Crear un sitio para todo el mundo en cada barrio, tipo centro cívico, abierto a cualquiera que quiera aprender en nuestros talleres o colaborar con nosotros. No queremos molestar a nadie tal y como se piensa el señor Jordi Hereu, que ha prometido que acabará con los okupas, ha sentenciado nuestra pena de muerte. Esperemos que no sea así.

-¿Ve alguna solución posible para que la gente, los políticos… lleguen a estar a favor de este movimiento?

-En el caso de los políticos ¡es muy difícil! En el caso de la gente lo veo más factible, sólo hace falta que vean con sus propios ojos el trabajo que llevamos haciendo durante años, las puertas están abiertas.


Según los Estatutos aprobados el 18 de marzo de 1997, l’Ateneu “es una entidad cultural abierta a todo el mundo sin discriminación y al servicio de la comunidad. Su objetivo es la propagación de los conocimientos artísticos, literarios y científicos y el fomento del desarrollo moral y de los intereses materiales del país.

La Torna es un ateneo independentista y Popular de la Vila de Gràcia.


Pueden encontrar más información de interés en:

http://www.nodo50.org/kasadelamuntanya/

http://www.okupaweb.com/

http://www.latorna.org/

http://www.ateneubcn.org/








miércoles, 2 de mayo de 2007

Leyendo un folleto de propaganda desde las ventanas del PSC


Aceras anchas, zonas verdes, tiendas de alto nivel y un Carrefour entre hoteles de 120 euros la noche. La calle Nicaragua sería como cualquier otra si no fuera por el coloso de color gris marengo presidido por una placa informativa: "Seu del Partit Socialista de Catalunya - Barcelona". La entrada no le hace justicia; tres escalones y una pequeña puerta acristalada llevan hacia un detector de metales junto a una salita, parecida a una pecera, donde un vigilante controlaba todo movimiento con un discurso aprendido: "Identificación, es decir, DNI o pasaporte y motivo de la visita". Lo primero que llama la atención al entrar al salón principal son los elegantes sofás de piel marrón chocolate y un suelo esmeradamente pulido. Ana Mª Sendra, miembro del gabinete de medios de comunicación del PSC, facilita material del partido en el que se explica cómo enfocarán las elecciones municipales del próximo mes de mayo.

En ese folleto, Jordi Hereu, actual alcalde y candidato del PSC, afirma que ganará sin ninguna duda en Barcelona, ya que la derecha no construirá el modelo que ellos quieren. Las ideas de la oposición, según él, no benefician a los catalanes. Les acusa de no ser parciales en los momentos complicados, que su voz es “muy despistada”, aprovechan para generar miedo cuando hay un problema. Él en cambio promete cohesión social, prosperidad, convivencia y proximidad.

Joan Ferran
, primer secretario del PSC, arremete en los medios, sin piedad contra Trias, candidato de CiU. Asegura que ha perdido el norte; Trias pasa del PP a ICV de Imma Mayol movido por el ansia de poder. Añade que tiene un auténtico caos mental, mezcla pactos, túneles del AVE y todo lo que haga falta para acceder a la alcaldía de Barcelona a cualquier precio.

José Zaragoza
, Secretario de Organización, declara mediaticamente que allí donde gobiernan los del PP i CiU hay problemas. Pone como ejemplo las irregularidades urbanísticas de Platja d’Aro. No quiere este tipo de fraudes en Barcelona ni en ningún lado. Carles Martí, actual concejal de cultura del PSC y director de la campaña municipal en Barcelona, se une a las declaraciones directas de sus compañeros: “Trias no podrá ser nunca el heredero de Maragall, porque siempre se ha mostrado contrario al modelo de Barcelona que impulsó el alcalde socialista”. Usa como ejemplo el hecho de que Maragell quisiera construir viviendas para los jóvenes y Trias decía que no había demanda.

Celestino Corbacho, Secretario de Política Municipal del PSC, también apoya estas palabras “Sinceras y claras”. Tras agradecer su amabilidad a la señorita Sendra y mirar con perplejidad los altos techos y los grandes ventanales, salí del edificio.

Un hombre mayor estaba a pocos metros de la entrada, con un gesto simpático se miraba la sede casi sin pestañear. Estuvimos más de media hora hablando sobre el PSC, su evolución, las municipales y la competencia.
Su nombre es Josep Ferraez, tiene 61 años, es soltero y lleva toda la vida en Barcelona. Ha vivido una guerra, una posguerra y conoce el significado de la palabra miseria. Por eso siente que ningún partido político puede tomarle el pelo y jugar con sus bienes que, según él, son como sus hijos. La pregunta base era la de por qué era tan fiel al PSC: “seguridad, mi pensión sólo sube cuando el PSC tiene la batuta política, sólo baja cuando alguien del PP se corrompe en el poder, yo no pido mucho, sólo que me den lo mínimo para vivir, y el PSC me lo da”. Jordi Hereu le gusta, comenta que lo ve como un hombre sencillo y noble, que es del pueblo y sabe lo que necesitamos, además con el soporte de Montilla no puede salir mal. Lo que más valora de los objetivos y cambios que prometen para las municipales son: La seguridad ciudadana, la mano dura contra el incivismo, las ayudas a la gente dependiente como los estudiantes, nuestros mayores... Otras propuestas que personalmente no le afectan pero valora son: La integración de los inmigrantes y el incremento de las plazas en guarderías, lo ve como un paso positivo y evolutivo para la ciudad. Aunque parezca mentira, los ojos le brillaban de manera especial cuando hablaba del PSC. Al despedirse dio un consejo que denomino como vital: “Vota al PSC y cuando seas tan mayor como para no poder usar un peine lo agradecerás”.