ENTREVISTA A JÚLIA COSTA CODERCH, Profesora y poeta.
“En mis libros sólo plasmo lo que veo. Hay encanto hasta en el que corta el pelo en la rambla del Raval”
El Poble Sec es un barrio acogedor, de calles estrechas, con árboles que te ayudan a caminar en los días que el sol ciega y con gente dispar. Júlia Costa plasma, en sus poemas sencillos, las diversas riquezas que se encuentran en los rincones de las calles y los barrios vecinos.
“Me llamo Júlia Costa i Coderch. Soy profesora y licenciada en Humanidades, Siempre he escrito, pero nunca me he preocupado demasiado por el hecho de publicar, porque lo veo complicado”.
-Publicar es complicado, pero usted lo ha conseguido…
-Sí, pero he sufrido un poco. Cuando era joven tenía mucho más empuje y me movía más para ver mis obras en papel palpable, pero me desengañé, incluso estuve una pequeña temporada sin escribir nada, pero no pude aguantar mucho, escribir forma parte de mi vida.
-Sus alumnos deben estar entusiasmados con usted, ¿verdad?
-¡Sí! Aunque vayan a primaria aprecian lo que hago. Me dicen que al ser escritora debo tener mucho dinero. Pobres… la inocencia aun corre por sus venas. Hoy en día si no sales por la tele no eres nadie, y mis libros se venden el día de su presentación y poco más.
-Su último libro La pols dels carrers se puede comprar por Internet, ¿Cree que esto aumentará las ventas?
-Quién sabe… ¡ojalá! Porque mis libros no se ven en las estanterías de los centros comerciales o en las librerías conocidas. Internet me ha ayudado mucho, tengo un blog donde hablo de diversos temas con amigos y desconocidos y donde también me hago publicidad.
-Muy entretenido su blog, además me ayudó a contactar con usted. Después de leer su poema Cançó del mercat dels llibres vells ¡necesitaba conocerla! Describe el Mercado de Sant Antoni como yo lo vivía a los 10 años…
-Todos hemos ido alguna vez a ver esas lonas de color verde gastado; a cambiar cromos, comprar libros antiguos o simplemente a cotillear y disfrutar de su aroma. Nos juntamos todo tipo de gente y formamos uno. Me encanta ese mercado.
-Las ilustraciones que acompañan a sus poemas ligan a la perfección.
-Son de mi hijo, siempre ha estado interesado en el arte y tiene talento. Le comenté lo de ilustrar mis poemas y le faltó tiempo para empezar. Cada uno es de un estilo diferente, eso le da dinamismo a los versos y me encanta como queda.
-He navegado por la red y todas las críticas que he leído son buenísimas, ¿Qué les da?
-La verdad es que estoy orgullosa de ello. Ahora parece que los poemas sencillos y con rima los pueda escribir todo el mundo, han perdido su valor y eso me enerva. No estoy en contra de las figuras abstractas y las metáforas rebuscadas, pero la belleza también está en lo sencillo.
-La mayoría de sus poemas hablan de su barrio y alrededores, mucha gente se extrañará porque no saben que Barcelona tiene tanto encanto escondido…
-Mi barrio me encanta. Sé de gente que ha hecho dinero y ahora son importantes y se cambiaron de zona porque aquí no hay glamour. Pero yo me quedaré aquí para siempre. En mis libros sólo plasmo lo que veo, hay encanto hasta en el que corta el pelo en la rambla del Raval.
-Esos barrios que no tienen una panadería cerca no son barrios…
-¡Claro que no! Coger el coche para comprar un litro de leche es algo que me va grande. La zona por donde yo vivo tuvo muy mala fama, ahora ya está más tranquilo, pero debido a que es multirracial aun hay escépticos que desconfían.
-Es polivalente; poesía, novela, cuentos…
-Me gusta probar todo tipo de géneros sobretodo novela y poesía, es lo que creo que se me da mejor, así lo demuestran algunos premios que he ganado; el Francesc Candel de narrativa histórica, finalista del Joaquim Ruyra y el Sant Jordi. Con el poema Maternitat gané el último certamen Andreu Trias de L’Hospitalet de Llobregat, ciudad donde trabajo.
-¿Para cuándo el próximo libro?
Ya hay uno en el horno, para dentro de poco espero. Ya se sabe que en el tema de publicación las cosas van lentas.